viernes, 9 de enero de 2009

LA EDUCACIÓN EN MÉXICO ANTE LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

Introducción La realidad mundial actual se encuentra sujeta a dinámicas y variadas fuerzas que afectan a los países y a los individuos trascendiendo las antiguas fronteras territoriales. Las estructuras sociopolíticas y económicas que gobernaban el status quo de sociedades, individuos e instituciones se transforman y, actualmente, se encuentran en proceso de definición. Esto significa que vivimos una etapa de incertidumbre en la que debemos replantearnos el qué, cómo, cuándo y para qué. Históricamente la educación, sus fines y objetos educativos, sociales y éticos, se encontraba respaldada por modelos establecidos a través de los cuales sustentar la certeza y justificación de su existencia y quehacer.La educación y las universidades no pueden quedar al margen de la constante y vertiginosa transformación, ya que de su rapidez para responder a las nuevas necesidades, dependerá su pertinencia, eficiencia y validez en la nueva realidad. Encontrar el camino pertinente, cualquiera que se elija y conforme, representa transformar la naturaleza de las Instituciones de Educación Superior (IES) tal como existen hasta ahora. Las universidades, son instituciones a las que, desde un Estado rector, se les ha impuesto la responsabilidad de dar una respuesta paralela, una con sentido economista y práctico, y otra, con sentido humanista y ético. La primera exige responder a las necesidades de un sector laboral a través de una instrumentalización de las profesiones. La segunda intenta elevar al ser humano a planos más sublimes que le permita alcanzar su autoactualización, concepto este último utilizado en la Teoría de Maslow y señalado también por Savater al referirse a esa segunda gestación que tiene el ser humano en la matriz social en que se cría y en la cual al sistema educativo cada vez se le asigna un rol más preponderante. La función social asignada a las instituciones de educación, cualquiera que sea su nivel, se ha ido transformando con el paso del tiempo. Ahora, además de ser un espacio en el cual se adquiere un conocimiento y se forman profesionales capacitados, debe ser la preservadora y formadora de los valores éticos que hasta hace poco eran función prioritaria de la institución familiar. La Universidad y el desarrollo económico La universidad en México, de corte napoleónico a partir del siglo XIX por la influencia francesa, en las últimas décadas ha realizado fuertes intentos para reflejar el modelo norteamericano neoliberal, ha intentado en la segunda mitad del siglo XX, dar una respuesta más pertinente a las necesidades de un sector laboral que lucha por el avance y modernización para incrementar su competitividad. A través de políticas gubernamentales nacionales, que se modifican sexenalmente y que, a pesar de la alternancia gubernamental, se han encontrado fuertemente influenciadas por organismos internacionales como la UNESCO, Banco Mundial y la OCDE, en México se les ha exigido a las universidad formar al individuo para que sea capaz de insertarse al sector laboral e impulsar el desarrollo económico del país. Se ha visto en la educación, la panacea para crear el efecto salvador ante la situación de retraso económico, social y cultural en el cual vive la mayor parte de la población. Las banderas del liberalismo y la democracia no han logrado conducir al país y a sus instituciones hacia el bienestar social anhelado. La brecha entre los polos económicos, sociales y culturales se ha profundizado.
Ahora, le toca a la educación la responsabilidad de lograr un desarrollo económico más justo y equitativo en el cual se reduzca el atraso educativo, la pobreza extrema, el analfabetismo funcional, la carencia de infraestructura física y tecnológica y la falta de investigación científica por mencionar algunos ejemplos. Esta responsabilidad, señalada desde el Estado, responde a los intereses tanto del sector laboral como de las directrices manifiestas de instituciones mundiales. Esta definición de los fines y objetivos educativos surge de un contexto externo a las Universidades por encima de su libertad y soslayándole la posibilidad de participación en su autodefinición, dejando el concepto de autonomía solo para los discursos. Savater (1997:146) recupera el pensamiento de Durkheim manifestado en Pedagogía y sociología, quién insiste de manera más nítida en este punto al mencionar que “el hombre que la educación debe plasmar dentro de nosotros no es el hombre tal como la naturaleza lo ha creado, sino tal como la sociedad quiere que sea; y lo quiere tal como lo requiere su economía interna…” Y dado que la escala de valores cambia conforme se transforma la sociedad, debe cambiar la educación brindada al hombre y al hacerlo, cambiará el hombre mismo. Este cambio educativo, innegablemente imprescindible, debe en primera instancia enaltecer la humanización del individuo liberándolo de intereses economicistas o de influencias de un poder transitorio. · Sociedad global México no puede situarse al margen de la acelerada transformación que a nivel mundial se está presentado en los países desarrollados. Sin embargo, aún nos encontramos tratando de reducir la brecha que nuestro país tiene en relación al avance económico, político, educativo e industrial lo cual nos coloca en una posición de debilidad estructural para emprender la transformación que en una sociedad global es imperativa. ¿Cómo podemos seguir el paso de los países desarrollados hacia la sociedad del conocimiento cuando aún tenemos problemas para contar con una participación igualitaria en la sociedad industrial que va quedando atrás? Si deseamos entrar al juego debemos contar con cartas del mismo mazo porque de lo contrario aislaríamos y reduciríamos nuestro papel y nuestro futuro como sociedad. Se profundizarían las desventajas competitivas que como sociedad tenemos y sería imposible convertirnos en agente activo en el intercambio de la nueva sociedad en proceso de definición y a la cual unos llaman sociedad de la información mientras que otros, sociedad del conocimiento. Aunque organismos internacionales como UNESCO, Banco Mundial o OCDE, la denominan indistintamente sin realizar una distinción en cuanto a su diferenciación, para fines de éste ensayo se entenderá como sociedad de información, a la producción, tratamiento e intercambio de información factual sin que haya de por medio un manejo, reconstrucción o creación, a partir de la información hacia el conocimiento.
· Bien libre, bien económico En la medida que la información acumulada pueda ser accesible a través del desarrollo de las TIC´s, quienes posean la capacidad para contar con ellas y usarlas como instrumento para poseer información y además, contar con el capital humano capacitado para realizar el análisis simbólico de ésta, estarán en una posición de ventaja y superioridad a todos aquellos países, corporaciones e individuos que no se encuentren en esta situación. Esto se derivará en atribuciones de valor transformando un bien libre, que había podido estar al alcance de una mayoría, en un bien económico, cuya movilidad está condicionada por un mercado en el cual las leyes de la oferta y la demanda deberán adquirir nueva perspectiva. Al considerarse la información un bien económico, las instituciones educativas, que hasta ahora habían participado en gran medida en su producción y gestión, serán un agente más en el mercado sujeto a la dinámica mundial. Ante esta situación y el hecho de que, en México y Latinoamérica entre otros, no existen los recursos necesarios para responder a la demanda educativa, la posibilidad de desarrollo, utilización y expansión de TIC´s en el sector educativo, y acceder a ellas con fines de aprendizaje e investigación, se reduce. · Bien de consumo, bien de inversión. En la sociedad del conocimiento, la información ha pasado a ser un bien de consumo cuya posesión se traduce en ventaja competitiva, donde la gestión, calidad y velocidad con que se mueva será determinante. Esto hace que el destinar recursos a la educación sea considerado como una inversión que puede producir una rentabilidad, aunque hasta ahora no se ha podido determinar el impacto que produce. Para poder avanzar en la comprensión del impacto que el conocimiento tendrá en la economía, Paul Hirst (2000) nos brinda una clasificación: el científico-teórico factible de reproducirse y utilizarse, el rutinario recopilado por instituciones, el considerado como propiedad intelectual que sería el caso de las patentes y copyrights como ejemplos y el tácito producto de prácticas y habilidades desarrolladas en el trabajo. Como se puede observar estos tipos afectan a diferentes espacios con impactos económicos distintos. Si no nos preparamos, y anticipamos, a la economía del conocimiento sufriremos efectos negativos tanto a nivel social como personalmente. Las desigualdades se acrecentarán. Al interior de las empresas nuevas fuerzas jugarán para asegurar la transmisión y el acceso a la información, creada o comprada.
· Imperativos educativos del futuro. Las instituciones educativas no pueden abstraerse al maremagnum del cambio y requieren pugnar por el desarrollo tecnológico para lo cual se requerirá que tanto los docentes como los alumnos desarrollen capacidades en el manejo de tecnologías así como estimular en ellos un pensamiento crítico que les permita diferenciar y manejar la gran cantidad de información a disposición. Se requieren nuevos enfoques educativos que pongan énfasis el aprendizaje a lo largo de la vida dirigido a que el alumno aprenda a razonar, a ver y a entender, no solo el mundo actual sino que esté capacitado para moverse en un mundo futuro aún desconocido. Aprender significativa y reflexivamente requiere estimular un pensamiento crítico que permita al hombre una conciente toma de decisiones que le evite caer en el determinismo tecnológico.

Situación de las TIC´s en la realidad educativa mexicana · Infraestructura El desarrollo de tecnologías de información y comunicación (TIC´s) en México se encuentra limitado a unas cuantas instituciones y personas. La tecnología y su uso, aún no se ha extendido a nivel masivo. Su costo no se encuentra al alcance de la mayoría y solo unos cuantos privilegiados saben utilizarla. Pensar en multiplicar el uso de TIC´s en México a corto plazo es utópico. Ni el Estado ni la sociedad en general tienen los recursos y las capacidades para hacerlo realidad. El nivel de escolaridad y formación científico tecnológica es aún básica. Debido a ello, los esfuerzos realizados por el Estado para introducir en las escuelas la tecnología, como es el ejemplo del programa de enciclomedia para nivel básico, es, las más de las veces, una inversión de recursos no aprovechada racionalmente. Esto es debido a factores como la falta de capacidad de los docentes para su manejo, el desconocimiento de metodologías a través de las cuales hacer eficiente su aprovechamiento en bien del aprendizaje o, simplemente, la carencia de una infraestructura que permita su adecuada preservación y mantenimiento. A nivel mundial se vive la formación de una economía de la información en dónde la posibilidad de desarrollo económico de un país o región recae en su capacidad para la producción, absorción, adaptación, difusión y uso del conocimiento. En la última década se ha producido y puesto a disposición con fácil acceso, más conocimiento científico del que se había tenido a lo largo de toda la historia previa de la humanidad. · Capital humano Bajo esta nueva realidad el rol del recurso humano como fuerza de trabajo activa y creativa es invaluable. El desarrollo de los países dependerá de la capacidad de su sociedad para utilizar el conocimiento y adaptarse a las nuevas exigencias. En consecuencia el papel de las universidades, como espacio gestor de capital humano, debe replantearse. Las instituciones educativas, a todos los niveles, deben ser capaces de transformar, tanto su forma de organización como sus objetivos educativos. Si las IES no tienen la visión, y encuentran el camino, para modificar su papel históricamente asumido como preservadoras y transmisoras de conocimientos y cultura y asumir un nuevo perfil más dinámico, flexible, diverso, abierto, perderán su ahora ya condicionada credibilidad.

Conclusiones Para que las IES puedan responder a los nuevos imperativos educativos que deberán asumir dentro de la sociedad del conocimiento, deben encontrar mecanismos a través de los cuales participar, colegiada y eficientemente, en la definición de sus fines y objetivos educativos y su esclarecer su responsabilidad social.
Esta libertad necesita independizarse de los procesos de evaluación y acreditación cuyo principal objetivo es la asignación de subsidios. Organismos como la Comisión Nacional de Evaluación de la Educación Superior (CONAEVA) debe iniciar una revisión a sus funciones para permitirse observar que en ellas se establece su papel de …“proponer” criterios y estándares de calidad para las funciones y tareas… (Navarro, 2005:58), no de marcarlos como obligatorios. Si no contamos con los recursos requeridos para contar con TIC´s que nos permitan intervenir en la nueva sociedad del conocimiento, debemos volver los ojos a lo que si tenemos: individuos. Es imprescindible que iniciemos acciones tendientes a desarrollar seres con las capacidades que se requerirán en el futuro.





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LA EDUCACIÓN EN MÉXICO ANTE LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO GestioPolis.mht

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